(Reseña publicada originalmente en Goodreads el 5 de mayo de 2014)
Éste es uno de esos libros que todo el mundo conoce y que nadie lee. Como El Quijote, la Biblia o las memorias de Belén Estebán. En realidad miento: nadie lee otra cosa que no sean las memorias de Belén Esteban en este país. La nefasta culturización de la sociedad a pesar de los medios técnicos con los que contamos es uno de nuestros problemas como sociedad. Los problemas de la sociedad de Thomas More eran otros y uno de los objetivos de "Utopía" es denunciarlos. Soterrada y disimuladamente eso sí.
Porque si algo hace el propio personaje de Thomas More durante el libro es erigirse como abogado del diablo, esto es, del orden imperante en su época. Orden que no tardaría en condenarle y asesinarle, pero ése ya es otro tema), aunque finalmente acabe por admitir las bondades del relato que su contertulio, aventurero y compañero de Américo Vespucio, tiene que contarle sobre Utopía.
Y lo cierto es que lo que es Utopía, la isla y su organización, resulta por momentos muy contemporáneo. Ahí está esa política de sorteo de las viviendas, similar a la política de muchos ayuntamientos con las viviendas de protección oficial aquí en España. O la sanidad universal y los comedores públicos. O el rechazo de los privilegios de una nobleza hereditaria (bueno, en esto concretamente aún queda trabajo por hacer...) Pero bien es cierto que su jornada laboral de seis horas y su rechazo a la propiedad privada la acercan al ideal comunista o a Platón más que al de la socialdemocracia. A Platón, aparte de lo anterior, por el hecho de vestir a todo el mundo de la misma manera, por el tratamiento igualitario de los sexos y por el manetnimiento de la esclavitud. Y es que se nota bastante la influencia de "La República" en al obra (Libro, por cierto, que aún no he leído).
Pero si por algo destaca "Utopía", y por algo quería que fuera recordada el propio More, es por la libertad religiosa que la inunda. Libertad religiosa que afortundamente hoy en día disfrutamos y que, paradójicamente, el propio more no pudo disfrutar en su momento.
En resumen, a pesar de que al leerlo nos pueda parecer que "Utopía" no hace justicia al significado del término (significado del término heredado del sentido de la obra pues la palabra, literalmente, significa "no hay lugar", aunque esto también sea discutible*), sin embargo, sigue funcionando perfectamente como novela de ciencia ficción o como experimento mental con el cual confrontar nuestras propias creencias sobre aquello que podría constituir el régimen de una sociedad perfecta.
*Pues la raiz de utopía no está claro que sea "outopía", en cuyo caso significaría "no lugar", o "eutopía", que significaría "buen lugar". En cualquier caso, ha prevalecido en el uso la primera opción.
No hay comentarios :
Publicar un comentario